Thursday, January 17, 2008

NOWEBA

NOWEBA


Sust. comp.//masc.//sing.// híbr. del esp. <novela> y del inglés <web> (red {de internet}), casi spanglish//: Primicial género paraliterario no reconocido por Real Academia alguna (y ni falta que hace, joder) que, abusando de la democacia virtual de la internet (léase impunidad) permite a su autor amalgamar narrativa estándar de ficción perspectivista, seguramente impublicable en papel y perdedora continua de concursos literarios, con material gráfico online de incierta procedencia y autoría.

La sana ventaja reside en que dicho género no generará (valga la paradoja) aburridas y sesudas tesis doctorales de nowebatura que atiborren inútilmente las estanterías de las bibliotecas universitarias ni públicas ni privadas (casi a modo de venganza por parte de los graduados, por tanto tiempo de perdición, pero sólo en la teoría –o por el criminal costo de las colegiaturas, respectivamente).

Como va a ser evidente la calidad de plagio interneto del material gráfico, se pronostica por los eruditos en nowebatura (uno, en realidad,hasta la fecha, y sin doctorarse ni pertenecer a mafia literaria alguna ni instituto de investigación amafiado alguno), la inminente popularidad del género; popularidad similar a la que actualmente gozan los discos piratas de películas de estreno o de antaño a la salida del transporte subterráneo de las grandes ciudades, o los miles de sitios de internet que remedan miserablemente el hospedaje de videos chistosos y de accidentes de www.youtube.com.

Al entremezclar elementos de crítica política, erotismo, testimonios históricos y relaciones de amor y polémica entre la pareja, el contenido la producción nowebística puede insertarse cómodamente en el estrecho hueco (sonó a albur refinado) entre la fantasía y la farsa. Pero determinar eso ya será tarea de los críticos y otros eunucos intelectuales, de los que suelen resguardar la pureza de los placeres ajenos.

Sinónimos: (pues no, de momento)// ?

Tuesday, January 15, 2008

LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA (EN RAM)


LA PREEXISTENCIA DE LA MEMORIA

Noweba por entregas

Original de

RICARDO CAMARENA CASTELLANOS

2008


LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA (EN RAM)

“Trying TCP connection to latin.com.chat.webpage.com:7879 ...

Welcome to Paralogic's Main (spillover) server

[zafiro] El cuadro de Salvador Dalí, La persistencia de la memoria o los relojes blandos, es una obra maestra del surrealismo.

[Picudo]> que VIVAAAAAAN L AS......CHIIIIIIIVASSSSSS!

[muneca] A mi me gusta mas Kandinsky

[osiris] Besitos y a la mar con los pescaditos.....><((((((((°>..:°;°’°....

[Charisse] Hola, zafiro: a mí también me fascina el arbol seco del cuadro de Dalí, el hormiguero y ese horizonte desolado, onirista y árido

[muneca] un cigarrito?............0____)_____________)#........

[exiliado] sí muñeca, gracias

[osiris] de donde te comunicas charisse???

[zafiro] Estoy en Cuernavaca, México. Y ustedes?

[osiris] una cervecita desde el DF???........[lIl]D........

[exiliado] SIRENA. ¿Y te gusta ignorar a vos? ... >8–(

[Gatita]> hi, boricuas! =^. .^=

[exiliado] besitos charisse: ......°>.<°...

[SIRENA] Tomen todos una 8==D grandota y parada, culeros

[muneca] Ignora a SIRENA, lordjames, toma una flor.......==’=,=<(@:

[Charisse] no somos muchos los locos que madrugamos un domingo

>> PuroLoco has joined channel #CanalSenior

[PuroLoco] Sólo los poetas y locos morirán con la razón de las cosas!

>> Nickita has left channel #CanalSenior

[osiris] el presente es solo ilusion ya que mientras tu piensas ya pasó.

[Charisse] exactamente Lord, pero por otro lado tenés aquello de "los pueblos que olvidan su pasado están condenados a repetirlo" y hay muchos que deberian recordarlo para no repetir semejantes ignominias

[exiliado] ¿Tienes el mataburros de la RAE, ya mismo? Yo sí no tengo.

LordJames> Repetir es cíclico y natural en el ser humano. Cada día se resta a tu futuro; no ganas, pierdes a diario.

[osiris] yo soy psicólogo, charisse y me interesan tus puntos de vista

[Charisse] si Lord, pero debemos evitar repetir cosas desagradables, guerras mundiales, la matanza del hombre por el hombre...

LordJames> por el poder, dirás...

[Charisse] mier... eso suena muy poco optimista, LordJames

[SIRENA] JAJAJAJAJAJAJAJ JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ

[osiris] sólo tenemos décimas de segundo el presente en las manos

[exiliado] Do you have that? IT´S BULL SHIT!

[Picudo] YA CALLATE PINCHE SIRENA

[Charisse] Por poder, pero el hombre matando al hombre, es horrible...

[SIRENA] ay, no chingen con filosofía, mejor tengan una verga...

[LordJames] Nos vemos; cuidense.

[Charisse] chau, LordJames

[exiliado] Adiós Lord.

LordJames> sEE you, guys…un abrazo. ~è

Disconnected: you logged off”

, es decir E-milio Andrade, cerró la conexión a la Internet con un fastidio finimilenario, un nuevo spleen al final de su siglo XX. Había chateado estúpida e ininterrumpidamente durante dos días, en total exasperación de intentar decir algo a alguien, sus roomies de siempre. Pero el lenguaje anodino le había infectado los renglones en Java de manera mortal: al apagar la computadora se apagó también su imaginación. Nunca más fue y se diluyó junto con el relámpago final de la pantalla, nueva Torre de Babel”.

Dante Aldana terminó la lectura de sus cuartillas ante los demás miembros del taller literario de la universidad, adonde se esmeraba desde hacía tiempo en lograr que alguno de sus escritos fuera considerado para publicación.

–La verdad, camarada, se me figura un producto de cualquiera de las entradas que ofrece Yahoo! para sitios de chat in spanish. No le veo absolutamente ningún chiste a “freezear” el screen, hacer un copy and paste y luego presentarlo como narración. En mi concepto, la literatura debe ser primicial, reveladora, no reproductora del nuevo lenguaje banal de la soldadesca de la aldea global; es decir, de los ociosos cybernautas– expresó Orestes Aguilera, uno de los más denodados críticos de la escritura de Dante.

“No mames”, pensó el enjuiciado.

Siguió otro a la derecha en la mesa:

–Pues yo creo que el innovacionismo que Dante ha pretendido siempre en los trabajos que nos ha leído no es más que otro ejercicio estéril de oficio, que ha bautizado como “ciberatura”. Al principio del taller nos halagó con esas tres narraciones buenísimas sobre el onirismo, la Inquisición y el rock, pero esto de hoy como que se lo sacó más del mouse que del cerebro. Hay una absoluta flojera en propiciar imágenes y lenguaje. Como que le dejó toda la tarea al azar de copiar una larga y vacua conversación electrónica, aparte de vendernos técnicamente el final del asunto– dijo David Jokajuria, un aspirante a narrador que experimentaba en sus cuentos la descomposición silábica “para lograr palabras con nuevas significaciones ajenas al lenguaje conocido, con objeto de alejarlas de todo efecto de sentido y de su carácter simbólico, eliminando cualquier asomo de significado y así crear un nuevo lenguaje aconceptual”, como había dicho en una entrevista a una fan respecto de un texto suyo que parecía haber sido redactado por un oligofrénico disléxico.

“Pues tú también ya tienes un pase para irte al carajo, emulador del lenguaje inventado desde hace décadas por el ‘Bartolo’ de Enrique Guzmán, y en los 80 por el ‘Lenguardo’ de Cachún cachún ra, ra”, pensó en seguida Dante, evocando dos famosos personajes de la televisión mexicana que tenían como única gracia repetir hasta el fastidio muletillas que evidenciaban sus problemas de pronunciación.

–Yo creo que lo que Dante ha intentado en esta narración es mostrar la absurda paradoja de que, a pesar de la cada vez mayor accesibilidad a la comunicación en las sociedades contemporáneas, homogeneizadas por el acceso a la red mundial, es creciente la pérdida de la identidad, de la pertinencia en el lenguaje, dentro de la práctica común de chatear compulsivamente. Esto, traducido en el esfuerzo desesperado de su personaje E-milio Andrade por contrarrestar el hastío vital y el vacío comunicativo en conjunto con otros seres de semejante condición, que se aferran a ser oídos y leídos de algún modo, aunque sea anónimamente, en una colectividad virtual que los ha despersonalizado– dijo Beatriz Rivera, una de las dos talleristas que participaba con entusiasmo en las discusiones.

“Guapa, te ganaste el epígrafe de mis Obras completas” pensó Dante.

–Pues será el sereno, pero yo pienso que ese estilo ya está rebasado por nuevas preocupaciones literarias menos trivializadoras, como en los tiempos simplistas de la crónica urbana; Dante quizá se enamoró, como sus personajes, del chat como recurso comunicativo; lo que está bien a nivel gregario, pero a nivel de efecto de sentido para el lector en solitario, resulta cansado y con mucha paja; jamás podrá ser literario si sólo ilustra modos ordinarios de comunicación. El lector busca revelaciones, trascenderse en la lectura, no hallar vasos comunicantes con su realidad; que eso sí, como parece decir algún renglón del texto, despersonaliza inmisericorde. Si fuera mío el texto, lo trabajaría de nuevo y lo haría más compacto; cerniría muchas de las frases y, sobre todo, acortaría la parte del chat, la que considero francamente un exceso– remató Fidelia, la tallerista recién integrada a las sesiones.

–Pues yo, sin tanto rollo, digo que Dante, como su personaje, se ha de haber puesto a escribir en los chats porque era realmente el único modo de tener un público dispuesto a leer sus escritos– dijo otro tallerista con un cinismo que provocó la carcajada general y resquebrajó los últimos pedazos de autoestima literaria del más veterano de los incipientes escritores allí reunidos.

–Les agradezco a todos sus consideraciones sobre el texto de Dante y quisiera que la próxima semana trabajáramos el cuento de Fidelia, que en lo particular me parece bien interesante, al mezclar un testimonio real de su tío durante su estancia en las cárceles en las que se encerró a la disidencia del régimen cubano, con la vida de los exiliados en Miami. Nos vemos aquí, como siempre, y quien quiera irse conmigo a la presentación del libro de Carlos Monsiváis en el Aula Magna de la facultad, pues véngase, que empieza a las cinco– dijo la escritora que coordinaba el taller, sesgando el asunto para suavizar la aguda ironía del último comentario sobre el texto leído y dando así por terminada la sesión.

Dante iba también a la facultad, pero no quiso integrarse. Salió con la determinación de no volver y de plano dedicar sus ocasos a labores más productivas y menos liberales. “Por si ocaso no tuviera”, se decía.

Estaba hastiado de las inútiles y eruditoides discusiones de sus compañeros talleristas, a pesar de seguir aferrado a la vez de los ojos oceánicos y nerudianos de Beatriz, su pareja amorosa hasta un mes antes. Pero sentía como un terrible lugar común el lenguaje literario de su musa universitaria; reconoció por fin que evidentemente ella ganó el pasado concurso de narrativa y había obtenido la correspondiente publicación de su libro de cuentos por abandonar a Dante de un día para otro y convertirse en amante del director del Departamento de Difusión Cultural: un poeta de regulares vuelos y no malos bigotes que logró colocarse, conforme a la edad, en la burocracia cultural universitaria.

En lo tocante a su obra mayor –una novela pendiente de culminar– Dante estaba fastidiado también de recorrer el repertorio de boleros, baladas y rocanroles con la intención de volver título de novela cualquiera de los versos de cualquier otra de las canciones populares que él aprendió, recordó, memorizó y quiso inmortalizar en los catálogos de las editoriales. A este ciclo pertenecían sus malogradas novelas De la Sierra Morena, Esperanza inútil, flor de desconsuelo, El hastío es pavorreal que se aburre de blues por la tarde, Masiosare, un extraño enemigo y otra para un concurso internacional, basada en el éxito disco de Miss Gloria Gaynor, I Will Survive. Pero había perdido mucho tiempo, pluma y estilo, a pesar de haber sido ganador consecutivo por siete años con su rutinaria participación en los concursos anuales de cuento corto, en los certámenes semestrales que se llevaban a cabo en el sistema educativo adonde se había refugiado como docente, mientras escribiría la obra que –según sus anhelos más íntimos– le otorgaría un lugar dentro de la historia de la literatura mexicana contemporánea.

Lamentablemente le habían arrebatado reconocidos y desconocidos escritores mexicanos –sobre todo narradoras– las más tequileras y arrabaleras frases del refranero y del cancionero popular y las habían vuelto exitosas novelas: Pa’ todo el año, Que me pienso seriamente emborrachar, Me caí de la nube en que andaba, Grítenme piedras del campo y otros apotegmas de la ebriedad. Igual pasaba con los versos más populares de la literatura mexicana: Juventud divino tesoro, Y en medio de nosotros mi Madre como un dios, Hombres necios que acusáis, etc.

Los novelones respectivos, ya publicados, eran ampliamente reseñados por amigos y admiradores del escritor en turno con maestría retórica en los suplementos culturales.

La desesperación literaria de Dante era mayúscula, porque descubrió con terror que inclusive había aventureros talleristas universitarios y mercenarios de la pluma que a los ríspidos lugares comunes de las canciones de Juan Gabriel y de Vicente Fernández, cuando no los hacían títulos de novela o cuento corto, los convertían en infames guiones de película o de videhome: No cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor (Premio Nacional de Narrativa Joven Urbana 1987); De contrabando y mojado por una cruz de olvido (Premio Juan Orol a Mejor Guión de Cortometraje Universitario 1988); La Farsante Querida (Premio Internacional de Guión Femenino Campestre 1989), etc.

El colmo era que su narrativa recién codificada por la computadora acabada de pagar a plazos –su novísima “ciberatura”– ya había sido experimentada por ufanos talleristas de las universidades privadas a partir del lenguaje Java; inclusive, en algunos sitios de internet se trabajaba más de un proyecto de novela colectiva escrita por azarosos cibernautas que la mayoría de las veces daban por curiosidad o por medio del rectangulito del search al website en cuestión. Y ni qué decir de los chats de poesía las 24 horas en America OnLine que recopilaban los esforzados mensajes de poetas “virtuales”. Es decir, que el premoderno narrador acababa de descubrir el agua tibia.

Dante descubrió también que su trauma proletario tuvo un sorpresivo repunte. Se lamentó con amargura de conocer desde hace décadas y hasta la fecha sólo el reducido ámbito universitario y docente en su labor; su contacto con la clase alta y en el poder había sido mínimo; similar al de las sirvientas, los mozos y los choferes, pero en conjunto. El otro contacto con el barrio bravo, con el mundo underground, lo conocía sólo iniciáticamente por filmes como Los olvidados de Buñuel o La banda de los Panchitos, así como por las producciones brasileñas de cineclub sobre las favelas de Río y los pretendidamente antropológicos documentales mexicanos del CUEC (el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos) sobre los cinturones de miseria de la capital. Conoció sólo en celuloide la precaria vida indígena en la sierra tarahumara, narrada por una solemne y doctrinaria voz en off a lo Demetrio Bilbatúa y con música new age de fondo, como audiovisual del Museo Nacional de de Antropología o espectáculo de Luz y Sonido de Chichen Itzá.


LA PREEXISTENCIA DE LA MEMORIA

LA PREEXISTENCIA DE LA MEMORIA

Noweba por entregas

de

RICARDO CAMARENA CASTELLANOS